4 de diciembre de 2007

La dudosa batalla de John Steinbeck

El estado de California en general y la región de Salinas y Monterrey en particular, fueron los escenarios principales de la vida y la obra del escritor norteamericano John Steinbeck (1902-1968), uno de los grandes nombres de la literatura del siglo XX. Cuando se le concedió el premio Nobel de Literatura en 1962, muchos lectores pensaron que el reconocimiento que lo colocaba dentro de ese arbitrario y prestigioso panteón que es el galardón de la Academia Sueca, llegaba con veinte años de atraso.
Totalmente al margen de las vanguardias literarias que to­maban forma en los años '60, Steinbeck había construido la parte más sólida de su obra -incluyendo su obra maestra, "The grapes of wrath" (Las viñas de la ira, 1939)- en torno a la problemática social estadounidense de los años '30 producto de la terrible crisis de la Bolsa de Valores y el sistema bancario y la posterior gran depresión. Buena parte de esta obra arraiga, además, en su estado natal, California, el que también fue el escenario de "Tor­tilla Flat" (1935), "Of mice and men" (De ratones y hombres, 1937), "East of Eden" (Al este del paraíso, 1952), "Cannery Row" (Los arrabales de Cannery, 1945) y "Sweet thursday" (Dulce jueves, 1954).
John Ernst Steinbeck nació en Salinas, California, el 27 de febrero de 1902 en un ambiente de granjeros ricos. Para darle el gusto a su padre, un funcionario del estado, se inscribió en la Universidad de Stanford, al tiempo que efectuaba trabajos como obrero, reco­lector de frutas o guardián de granjas. Sin embargo, antes de graduarse abandonó sus estudios y se mudó a Nueva York en 1925, donde comenzó una práctica periodística (en el "New York American") que continuaría, de una manera u otra, a lo largo de toda su vida.
El éxito literario se hizo esperar hasta 1935, cuando publicó "Tortilla Flat", un relato entre picaresco y romántico sobre los emigrantes mexicanos establecidos en los alrededores de Monterrey. Dos años más tarde, en "Of mice and men", narró la patética historia de dos braceros itinerantes que luchaban por escapar de la explotación y la miseria comprando su propia granja.
La obra más popular de Steinbeck llegaría en 1939: "The grapes of wrath" (Premio Pulitzer en 1940), el triste relato de una familia procedente de una empobrecida región de Oklahoma que emigra a California durante la depresión económica de los años treinta. Esta controvertida novela, recibida como un conmovedor documento de protesta social, se convirtió en un clásico de la literatura estadounidense y se consagró en la versión cinematográfica protagonizada por Henry Fonda (1905-1982) y dirigida por John Ford (1894-1973).


Steinbeck consiguió pintar con intensidad, crudeza y emoción la voz y el cuerpo de los desposeídos, los mi­serables, los sin techo y los emigrantes esperan­zados que iban a chocar con el desengaño del brutal sistema de explotación de los peones agrícolas. La historia conmovió al gran público co­mo no volvería a hacerlo ninguna otra obra suya hasta "East of Eden" trece años más tarde. Sin embargo, el trágico final de la novela no gustó a los californianos y terminó provocando la partida del escritor de la región, primero como corresponsal durante los años de la Segunda Guerra Mundial, y luego a Nueva York.
Al mismo tiempo, la imagen del escritor desconcertaba a aquellos que siempre estaban a la búsqueda de un encasillamiento ideológico a la de­recha o a la izquierda: a los más conservadores les provocaba recha­zo su apasionada crítica social; a aquéllos ubicados en la vereda opuesta no les convencía la falta de identificación con una tendencia política de la cual hacer bandera, por estar Steinbeck más interesado en la carnadura de sus personajes que en la exhibición de una ideolo­gía concreta.
Para Steinbeck, lo importante no era la prosperidad verde de las lechugas y la riqueza plateada de las sardinas en conserva, sino la realidad cotidiana de los trabajadores agrarios que habían abandonado el Medio Oeste por la sequía y la depresión, y la injusticia social básica sobre la que se construía la feliz riqueza de los terratenientes. Por esta razón, nunca cayó simpático a sus conciudadanos, y la publicación de "Las viñas de la ira" lo convirtió en un proscripto social: "Los insultos de los terratenientes y los banqueros son bastante malos y empieza a asustarme el poder de todo esto", escribió en aquel momento, "la histeria sobre el libro sigue creciendo". Nadie aceptaba alquilarle una oficina, nadie lo saludaba y en la oficina de racionamiento lo maltrataban cuando intentaba conseguir combustible y leña. Sus vecinos consideraban que había traicionado a su pueblo y a su clase social y se organizaron varios actos en los que se quemaron públicamente sus libros.


Steinbeck acabó detestándolo casi todo. California, en primer lugar: "California ya no es mi país y no volveré nunca" le escribió a su editor, el rumano Pascal Covici (1885-1964). También detestaba a los críticos, que en su mayoría lo despreciaban, cosa que aún siguen haciendo. En 1962, cuando recibió el Premio Nobel de Literatura, la reacción de la crítica fue negativa. Se le consideraba un escritor sentimentaloide y torpe, cuyo trabajo de las anteriores dos décadas carecía de mérito. Fue un héroe para millones de trabajadores que habían sufrido la gran depresión y la derecha llegó a acusarle de filocomunista; actualmente las ventas de sus libros, aumentan sensiblemente en época de desempleo alto, o cuando las grandes corporaciones capitalistas se comportan de forma especialmente infame.
Sin embargo, al final de su vida fue desposeído incluso de su aura izquierdista. Apoyaba al presidente Lyndon Johnson y era partidario de la guerra de Vietnam: bastaba con eso para concentrar el odio del progresismo a mediados de los sesenta. Cuando murió, en Nueva York, el 20 de diciembre de 1968, víctima de un ataque al corazón, se le tenía ya por una figura del pasado. El pidió, pese a todo, que sus cenizas fueran depositadas en el cementerio de Monterrey.
El imperecedero desdén de los grandes críticos contrasta con el actual éxito popular de Steinbeck, tantos años después de recibir el Nobel y después de que, a su muerte, se le diera por casi olvidado. Otras de sus grandes novelas son "In dubious battle" (En dudosa batalla, 1936), "The moon is down" (La luna se ha puesto, 1942), "The wayward bus" (El ómnibus perdido, 1947) y "Travels with Charley" (Viajes con Charley, 1962).