31 de octubre de 2010

Michelangelo Antonioni: "Cuando uno ve una película siempre vive una experiencia personal"

Hacia fines de la década del '50 del siglo pasado, la angustiosa situación social de los años de posguerra había cambiado radicalmente en el norte industrial de Italia. A esa nueva situación de prosperidad le correspondió el llamado "cine del milagro económico", del que fue uno de sus exponentes Michelangelo Antonioni (1912-2007). Refinado y sutil en sus penetrantes análisis psicológicos de la nueva sociedad opulenta, la obra de Antonioni mostró con mirada novedosa el comportamiento de los seres humanos a partir de "L'avventura" (La aventura), su film de 1959, del que el crítico cinematográfico español Román Gubern (1934) dice en su monumental "Historia del cine": "Es un mojón capital en esa vieja lucha de los creadores del cine por penetrar en la realidad interior de sus personajes. Antonioni lo hace magistralmente partiendo de argumentos mínimos, que sirven de soporte a los 'tiempos muertos' a través de los que observa con agudeza de entomólogo el comportamiento y las motivaciones íntimas de sus protagonistas, que tratan de huir de su tremenda soledad a través de la aventura erótica o del adulterio -consecuencia de la incomprensión entre dos seres- o mediante el suicidio, como vía de escape desesperada". Tan sólo en una ocasión, un par de años antes, Antonioni viviseccionó el personaje de un obrero en "Il grido" (El grito), mostrando su alienación sentimental que lo lleva a perder su conciencia de clase y a poner fin a su vida, pero sus restantes análisis existenciales los efectuó sobre personajes pertenecientes a la próspera burguesía industrial o intelectual, examinando sus crisis sentimentales y poniendo al desnudo las graves insuficiencias de su moral de relación. Así se sucedieron "Le amiche" (Las amigas), "La notte" (La noche), "L'eclisse" (El eclipse) e "Il deserto rosso" (El desierto rojo). Más adelante las búsquedas de Antonioni se orientaron hacia otras inquietudes filosóficas: "Blow up", "Zabriskie Point", "Professione: reporter" (El pasajero) e "Identificazione di una donna" (Identificación de una mujer) son películas en las que la alienación, la relatividad de la moral, la incomunicación y la fragilidad de los sentimientos humanos son mostrados con su singular lenguaje basado en tiempos muertos, planos largos, composiciones profundas y ritmos morosos, elementos todos ellos utilizados con maestría para crear climas psicológicos y dar una mayor complejidad y riqueza a sus personajes. En 1982, cuando Antonioni terminaba de estrenar "Identificación de una mujer", con Tomas Milian, Daniela Silverio y Christine Boisson en los papeles protagónicos, fue entrevistado por el documentalista italiano Carlo Di Carlo (1938) para su film documental "Antonioni su Antonioni" (Antonioni sobre Antonioni) que sería estrenado en 2008.


Para comenzar, queríamos hacerle una pregunta muy simple, la misma que el niño le hace a Niccolo en "Identificación de una mujer": ¿Por qué no hace películas de ciencia ficción?

Una pregunta como esa no es digna de usted. ¡Es aceptable viniendo del niño de film pero no de usted! Usted sabe que yo no he sido capaz de hacer todo lo que he querido. Sugiero ideas, pero la decisión final es tomada por el productor y el distribuidor. Es muy difícil hacer sugerencias para hacer un film hoy en día, especialmente uno de ciencia ficción. Inmediatamente hacen comparaciones con lo que filman los norteamericanos, aunque nosotros no tenemos sus mismos recursos. Es inútil tratar de competir con ellos; tenemos que hacer algo diferente. En los títulos finales de "Blade Runner" se leen los nombres de al menos cuarenta técnicos. En toda Italia no hay tantos, y aunque los hubiera, costarían demasiado.

Me pareció que su película trataba de ser una respuesta a las películas de ciencia ficción norteamericanas; una respuesta a películas como "E.T." y "Blade Runner", una versión europea de éstas, que trata temas cotidianos.

Tal vez. Lo que usted dice es interesante. ¿Cómo se le ocurrió algo así?

El personaje de Niccolo -el director- parece muy interesado en todo lo que tenga que ver con la ciencia. El telescopio le permite ver tan lejos como puede su ojo. Y, además, hay un tema recurrente a lo largo del film: el tema de la otredad, ya sea respecto a una mujer o a objetos. ¿Tal vez se trate del "otro" extraterrestre?

Esta es una lectura interesante. Me gustan las interpretaciones, una película siempre está abierta a explicaciones diferentes. Usted puede leerla como quiera. Cuando uno ve una película siempre vive una experiencia personal. Me gustaría hacer films de ciencia ficción, pero hacerlos al estilo italiano no es fácil. Es una mentalidad muy ajena a nosotros. Sin embargo, escribí un guión de ciencia ficción: en parte es ciencia ficción clásica con extraterrestres, pero luego ese formato abre paso a un diferente tipo de ciencia ficción, donde uno se encuentra dentro de los personajes, que son todos de ciencia ficción. El tema era interesante, pero no quedé satisfecho con los términos de la producción, así que no lo hice.

¿Hasta qué punto Niccolo es un personaje autobiográfico?

Es un director de cine como yo. Tenemos unas pocas cosas en común, pero su historia es diferente de la mía: lo que le pasa a él nunca me pasó a mí. Y, además, no creo en la autobiografía. Uno tiene siempre que tomar decisiones para dibujar un autorretrato y hay inhibiciones instintivas que llevan a todo autor a dibujar los mismos dos o tres tipos básicos de autorretrato. Una película es autobiográfica en la medida en que es auténtica y, al hacer eso, tiene que ser sincera.

¿Utiliza usted el mismo método que usa Niccolo para crear sus personajes?

No, no creo. En primer término tengo que admitir que no tengo un método para crear argumentos cinematográficos. Una historia simplemente "me sucede". "El grito" ocurrió mientras yo estaba mirando una pared, "La aventura" mientras estaba en un yate yendo hacia una isla. Una chica que conocí, amiga de mi esposa, había desaparecido y me pregunté si ella no podría estar en esa isla. Así es como se me ocurrió la historia de "La aventura". En resumen, no hay un método fijo.

¿Qué opina acerca del método de Niccolo? ¿Le saldrán bien sus películas?

Espero que sí, por su bien. Tal vez debería contar su historia en otra película. Sí, creo que tiene un buen método. Cuando se empieza a pensar en un film, al comienzo siempre hay una especie de caos en la mente y de allí uno elige un hilo particular que conduce en una determinada dirección. El trabajo de un director es un poco como el de un poeta: antes de escribir un poema, palabras aisladas flotan en su cabeza y luego se ensamblan, una, dos, tres por vez, hasta que se escribe toda una línea. Niccolo dice que siente la forma de una mujer en su mente. Ese es un buen comienzo; siente que debe construir el film acerca de un personaje femenino. No sabe aún quién es ella, nada sobre ella. Sus romances con las dos chicas le complican las cosas. Cuando uno está enamorado y respeta a la mujer que ama, tomarla como modelo es la cosa más natural. A esa altura uno no sabe si está buscando algo para uno mismo o para la película.

Usted usa muy a menudo la palabra "caos". ¿Debemos tomar esta palabra en su sentido político o científico?

No, sólo en su sentido literal, que implica desorden. El desorden de ideas. Una vez que termino de filmar una película me permito siempre un período de descanso, tras el cual inmediatamente pienso en otra película. Así que empiezo a buscar, leo todos los diarios, escucho, voy a caminar, espero que una idea venga a mí. Puede ocurrir que esto suceda en el transcurso de dos días pero, a veces, puede pasar todo un año. Naturalmente, es imposible que el material reunido durante este proceso tome forma coherente de inmediato. Diferentes elementos tienen que emerger de mi caos y mostrarse, para que yo pueda comenzar a ver si mi personaje será un poeta o un arquitecto, un hombre o una mujer. Naturalmente, sé que otros directores trabajan de manera diferente; leen novelas, prefieren mantener los pies sobre la tierra.

¿"Identificación de una mujer" describe la investigación que un personaje hace sobre el mundo o está usted usando el cine como un vehículo de investigación?

Las dos cosas. Mis películas me enseñan mucho, no porque yo las haga sino porque son la suma total de experiencias que de otra manera yo no hubiera tenido. Hablar sobre esta sociedad, esta realidad, es para mí una manera de comprenderlas más profundamente.

A veces Niccolo parece un poquito grotesco. ¿Fue eso deliberado?

A veces, sí.

Creo que aunque puede haber un equivalente en las mujeres de ese elemento grotesco, me parece que, casi por naturaleza, las mujeres no pueden ser grotescas.

No creo que se puedan hacer generalizaciones. Las dos mujeres en esta película no son grotescas. Niccolo las percibe como grotescas, y por esa misma razón, ellas no lo son. Aunque la película en general, es objetiva, esta es su visión del mundo. Bueno, quizás eso es lo que nos vincule, a él y a mí, esta mirada del mundo. También me tomo a las mujeres en serio, quizás demasiado. Y por esa razón hago películas especialmente sobre mujeres y las conozco mejor que a los hombres. Nunca me he acostado con un hombre, así que los conozco menos íntimamente. Me conozco a mí mismo pero no a otros hombres.

Durante toda la película Niccolo dirige la situación. Pero cuando, al final, Ida le dice que espera un hijo de otro hombre, él se siente completamente perdido y, de hecho, por eso es que su película se le escapa.

Sí, pero entonces está la secuencia de ciencia ficción. Ahí es cuando toma control del film otra vez y escribe el guión.

¿Cree usted que el desarrollo del feminismo y el hecho de que la situación social de las mujeres haya cambiado, hace que las mujeres sean más difíciles de entender que antes, o en realidad poco a cambiado?

Creo que hay que hacer una distinción entre las verdaderas feministas y el resto de las mujeres, que en conjunto son otra cosa. Quizás estemos esforzándonos por comprender a las feministas, pero ya comprendemos a las otras, y ellas son mayoría. Las feministas son las expresión definitiva de una necesidad de liberación.