3 de julio de 2011

Francisco Solano López: "La historieta argentina de hoy es muy imaginativa, pero todavía le falta identidad"

Cuenta el dibujante de historietas argentino Francisco Solano López (1928) que, de joven, siendo un artista independiente, lo rechazaron en el ingreso a Bellas Artes. "El examen de ingreso tenía dos partes. En la primera, había que dibujar un modelo vivo, carbonilla, tamaño natural, la primera mitad de un desnudo femenino. La segunda, era un busto al óleo de modelo vivo y un ejercicio de composición... No nos entendimos: ni la escuela de bellas artes conmigo, ni al revés. Lo único que recuerdo es que Enrique de Larrañaga, reconocido pintor, se quedó mirando un rato la carbonilla que yo había hecho con la chica desnuda. Como yo era dibujante, para mí eso era un triunfo". Pero para Bellas Artes no lo fue. A base de talento y necesidad fue abriéndose camino en la historieta y creó "El Eternauta", cuyo guión fue fruto de la imaginación de Héctor Germán Oesterheld (1919-1978), publicada por primera vez en 1957 en la revista "Hora Cero". Con rasgos de ciencia ficción, el Eternauta y los sobrevivientes del ataque que comienza con los copos de nieve fosforescente sobre Buenos Aires, se enfrentan a los Ellos -los invasores- y, a partir de allí, abordan las aventuras por la 
supervivencia en plena ciudad. Oesterheld fue secuestrado y desaparecido en 1977 por la dictadura militar junto a sus cuatro hijas; un tiempo antes Solano López había emigrado a España. "En los '60 trabajé para Fleetway, una editorial inglesa, haciendo varias historietas bélicas. Ellos tachaban mi firma y después las editaban en otros países con su 'copyright'. En los '70 -rememora-, durante mi exilio, llevé una carpeta de originales (lo único que había logrado salvar) a una importante feria de comics en Italia y pensaba: 'para qué traigo esto, si nadie me va a conocer'. Resulta que me conocían todos. Porque el estilo, es el estilo; era la mejor firma". El legendario dibujante de la más espectacular historieta argentina fue entrevistado por Vanina Pasik para el nº 129 de la revista "Hecho en Bs.As." que apareció en abril de 2011.


¿Cómo nació "El Eternauta"?

Héctor Oesterheld y su hermano me dijeron que les gustaban las historias que hacíamos juntos para la revista "Abril". Y hablaron con un italiano dueño de la editorial para hacer un convenio y que las historias que se publicaban en "Abril" pasaran a ser publicadas por Oesterheld, por la editorial que había fundado con su hermano.

¿Cómo es que Oesterheid, que siempre vivía al día, pusiera una editorial?

Su hermano convenció a su mujer de que vendieran un campo que tenían en Entre Ríos, para tener unos mangos... Y le fue muy bien con las dos revistitas: "Frontera" y "Hora Cero". Había historias de guerra y de aventura.

¿Cómo se llevaba con Oesterheld?

No nos llevábamos. El nunca me dijo que le gustaban los dibujos, y yo nunca le dije que me gustaba lo que hacíamos. Creo que le había quedado idea, porque su mujer le había dicho que "El Eternauta" le parecía mejor para hacer un libro y no tanto para la historieta. Entonces yo nunca le dije, y él nunca me dijo a mí...

¿Cómo llegó a la historieta?

Para ganar plata tenía dos opciones: la historieta o la publicidad. Con la publicidad ganaba más que con la historieta, pero duraba menos. Pasaba de moda la tira. Por ejemplo, había un dibujante que hacía ilustraciones elegantísimas de los fumadores de una marca de mi juventud, pero que después pasaban de moda... Y yo tenía tendencia a dibujar figuras en movimiento, escenas de acción, y eso se compaginaba bien con las películas de Tarzán, con las guerras... Y tenía facilidad para resolver ese tipo de escenografía. Así que por eso fue...

¿Usted quería exponer en galerías de arte?

Yo quería llegar a mucha gente con mis dibujos, y en una exposición en una galería, con suerte, vendías dos o tres cuadros que quedaban colgados en la oscuridad de algún living el resto de sus días. Por eso empecé a llevar muestras de mis dibujos a las editoriales de la época: Columba, Abril y otras. En esas dos coincidió que yo tenía algún amigo que trabajaba adentro. Y así apoyé la parte técnica con esas presentaciones. Pasaban seis meses y volvía a mostrarle lo que había hecho al jefe de Arte de una o de otra. Hasta que al final conseguí laburo en las dos.

¿Cómo compone los personales?

Yo solamente me baso en la descripción del guión. Pero una vez pasó una cosa muy curiosa. Un amigo mío, jubilado bancario, me dijo que conocía a uno de los personajes de "El Eternauta", a uno de los amigos de Juan Salvo que se juntaban a jugar al truco. Decía que era igual a un empleado que trabajaba con él. Y resulta que Oesterheld trabajó en ese mismo banco. Yo creo que cuando escribió la descripción habrá pensado en él. Yo, sin conocerlo lo dibujé. Siempre me baso en las descripciones, pienso los gestos, los movimientos, qué les gusta hacer...

Usted pertenece a una familia histórica del Paraguay.

Desde muy chico me sentí orgulloso de ello. La verdadera y profunda causa de la guerra era que Paraguay con el primer Francisco Solano López -que no soy yo- estaba creando la primera Revolución Industrial sudamericana, en forma simultánea a las de Europa, Inglaterra y Francia. Todos los hombres de mi familia murieron jóvenes. Lo contradictorio del caso es que mi bisabuela fue protegida por el ejército argentino y traída a Buenos Aires, porque más allá del gesto de proteger a una señora viuda con tres chicos en una ciudad saqueada, había otra razón: la familia de Francisco Solano López, su hermano mayor, el tío Venancio, y las dos hermanas mujeres, eran todas "antilopistas". Lo que pasa es que la cultura de ciertos dirigentes latinoamericanos estaba muy influenciada en aquella época por la Revolución Francesa. Tipos como Moreno, Castelli, Artigas en el Uruguay o Carlos Antonio López en Paraguay, recibían la literatura europea, jacobina y revolucionaria socialista. Y tipos como mi tatarabuelo y Francisco Solano López adhirieron a esa ideología, y les daba como que ellos también podían hacer algo que no fuera como coloniales. Y eso iba en perjuicio de las familias propietarias de la tierra. Y la familia de Francisco y Carlos Antonio tenía tierras a patadas por todo el Paraguay, la mitad del Paraguay era de ellos... Como es hoy...

¿Cómo es hoy?

En aquel caso, la minoría política preparada por la literatura recibida de Europa hacía que los intereses de las señoras gordas se vieran afectados. Y hoy día estamos viendo que los señores feudales, grandes estancieros, reciben beneficios por la situación manejada económicamente por el Gobierno, y las señoras gordas protestan y los dueños de los grandes beneficios también. Por más que ganen, siempre piensan que pueden perder lo que han ganado. Y en definitiva están más seguros si les sonríen a los norteamericanos. Si necesitan algún soporte, lo van a tener de los norteamericanos. Y no están seguros de tenerlo con un gobierno argentino, o sudamericano, más sensible a las necesidades populares.

¿Estaban presentes estas reflexiones cuando creaban "El Eternauta"?

No. Sabíamos que éramos globalmente... cómo te puedo decir... progresistas. Eramos "progres" y casi sin saberlo. Ni Oesterheld ni yo éramos peronistas, pero nuestro ideario era de izquierda.

¿Cómo ve la historieta argentina hoy?

Es muy imaginativa, muy buscadora, pero me parece que todavía le falta identidad, le falta propósito. Técnicamente, gráficamente, son muy buenos. Hacen lo que se les da la gana y les sale muy bien. Caso de Ariel Olivetti o de Horacio Lalia. Yo soy más viejo que él, pero él es viejo igual. ¡Ja, ja, ja!

¿A qué se refiere cuando dice que le falta propósito?

Porque no es que nosotros tuviéramos una intención política militante con Oesterheld en el primer "Eternauta". En el segundo "Eternauta" la tenía él, ya se había comprometido con la lucha armada. Y no se sabe... es esa zona oscura y misteriosa que guió las decisiones de él de ponerse en una situación tan riesgosa. Pero es así, se jugó y no sabemos por qué. O sí, se puso el traje de adolescente y se lanzó al frente de la lucha armada.

¿Cree usted que militar políticamente era una necesidad de la época?

Claro. Por supuesto. Y yo no participaba... imaginate que yo tengo un hijo que fue Montonero, que estuvo preso, que me costó sacarlo, y por eso estuve veinte años afuera. El caso es que en la historieta, lo que hemos hecho después fue con la conciencia de darle una coherencia a nuestro trabajo. Lo que yo hago con la colaboración de Pol Maiztegui es con la intencionalidad de no ser contradictorios con el sentimiento de la juventud actual. Sobre todo porque esta generación se ha apropiado del significado metafórico de asociar a "El Eternauta" con una actitud que está comprometida con una injusta situación política del siglo XX en la Argentina. Y de toda su historia, en una palabra. Y este es un momento en el que -destruidas las posibilidades de los terratenientes, de los militares y de los empresarios- hay que aprovechar... Ya no puede ir el director de una empresa a charlar con un general de turno, ya no hay general de turno. Eso es importante, y es lo que por ahora nos está salvando. Hay otros lugares en el planeta donde hay generales de turno. En Pakistán, en Indonesia, en Afganistán, hay montones. Pero esos son como otra categoría: era el territorio ideal para convertir en colonia. El problema consiste en que la acción de la derecha está en la medida de la respuesta que reciben de la vereda de enfrente. Eso ya pasó en el siglo XIX. Mi tatarabuelo en Paraguay y el hijo se pusieron duros, y los ingleses y los franceses les mandaron una flota y se sumaron cientos de miles de soldados brasileros y argentinos, y los hicieron mierda. No invadieron Cuba porque hubiera sido una cosa demasiado próxima... me da la sensación. Por eso la respetaron, para poder mantener la Guerra Fría con los rusos.

¿Qué historia contaría en 2011?

El proyecto que tengo, con la colaboración de Pol, es mezclar una parte pedagógica y docente con una parte aventurera. Se llama "Espías del tiempo". A Juan Salvo, que ya está madurito, lo viene a buscar su amigo Franco porque le dan una misión. Basado en la Teoría de los Continuos, que metió Oesterheld con ese viejito, a Franco lo mandan a recorrer los distintos Continuos para que investigue dónde están los Ellos en cada momento de la historia. Y empieza un recorrido temporal, unos veinte mil años antes de Cristo, en la época de los primeros pobladores; no sabemos qué, pero es interesante inventar de dónde vinieron. ¿Del Pacífico? ¿De Alaska? Entonces, en algún momento tienen que salir rajando porque los van a matar y caen en el Buenos Aires de las invasiones inglesas, o en la fundación de Buenos Aires por Pedro de Mendoza. Es ver dónde están los Ellos en cada momento de la historia argentina. Y termina con el Proceso.

¿Y dónde están los Ellos hoy?

No lo tenemos definido. Hay que investigarlo y buscarle la vuelta, para meter un elemento de duda, de reflexión; para movilizar la opinión de la juventud que esta vez se salvó. Porque la otra no se salvó, y ese es el atraso de treinta o cuarenta años que hay en la Argentina. En cierta forma es posible que la juventud actual tenga sus ventajas, porque en esta situación, los Estados Unidos empiezan a dar muestras de declive. Que yo desconfío... creo que están agazapados. Quizás lo que pasa es que a lo mejor -es una expresión de deseos- lo que no pasó en los borbotones rebeldes de los '60, al tocarle a esta generación haya mayor lucidez. Que será la dirigencia política de los próximos diez o quince años cuando estos muchachos de 
veinte o veinticinco tengan treinticinco o cuarenta y tengan la verdadera responsabilidad... Espero que sepan preverla para hacérsela más difícil a los derechistas colonialistas.